El cambio es la única constante…
Incluso cuando te encuentras con tu cuerpo inmóvil, hay miles de cambios. Cambios externos en las estaciones, la temperatura, los sucesos, las acciones de otras personas, de tu pareja, tus hijos, en la oficina… Y cambios internos, como la reproducción de tus células, la muerte de otras, nuevos intereses, nuevos impulsos vitales, conscientes e inconscientes…
Mi relación con el cambio no siempre ha sido amable. Hubo una época en la que pensé que era “adicta” a la novedad. Pensé que quizás mi búsqueda de experiencias diferentes era una huida de una vida aburrida.
Ahora sé que esto no es así. Siento el cambio como un proceso necesario e inherente a la vida. Cuando me entrego a él, la vida, a su vez, me ofrece justo lo que necesito para mi evolución.
Y no siempre son experiencias agradables. Como mi primer retiro de tantra en Brasil. Creo que desde ese primer retiro, y los que he realizado cada año desde entonces, han sido indispensables para mí.
Cuando me opongo al cambio o me niego a verlo, me empiezo a sentir como una planta que ha crecido y se le ha quedado pequeña la maceta.
Simplemente, siento en mi cuerpo que necesito más tierra, más espacio para mis raíces, mis hojas y mis flores, necesito más o incluso diferentes nutrientes.
Ese momento de toma de consciencia es muy incómodo, porque la mente interpreta esta necesidad vital de cambio de mil maneras, y no siempre positivas.
¿Cómo se están conectando con el cambio en su relación de pareja, con ustedes mismos?
¿Sienten miedo cada vez que perciben que les falta algo en su intimidad, que están en un círculo tedioso y monótono?
¿Cómo se siente su cuerpo ante la resistencia al cambio?
Bendito cuerpo, que se siente acorazado, aplastado y limitado cada vez que no le permitimos evolucionar y experimentar la vida.
Bendita incomodidad, que nos lleva a cambiar varias veces de situaciones, a viajar, estudiar nuevas disciplinas, probar nuevas terapias y filosofías.
Bendita naturaleza, que me fuerza a hacer como ella: permitirme el cambio y buscar tierras, seres, ambientes y personas alineados con lo que soy ahora.
Bendita vida, que nos muestra cómo el mundo y sus sistemas (familiares, de pareja, de amistad, sociales) pueden cambiar para bien, siempre que primero nos permitamos el cambio a nosotros mismos.
Gracias por estar, por abrirte a lo nuevo, por inspirar a tu pareja en la búsqueda de una vida alineada con su propia evolución.